III

Toda visión es un lugar de unión y relación, y toda relación es un lugar de corte y ruptura, zona turbulenta de disputas, agravios y reconciliaciones a destiempo. Mundo amable, pero lleno de peligros, selva virgen inexplorada, que demuestra que no hay ni DEBE haber tranquilidad en el mundo, ni más continuidad que la del CAMBIO. Es un grave error desear que las cosas vuelvan a la normalidad, que reine la calma, sobre todo para el frágil equilibrio de la vida, deseo jamás pronunciado; las llamadas a la calma, cuanto más numerosas y persistentes, anuncian, por acumulación, una tempestad cada vez más violenta, una catástrofe sin precedentes.